¿Quien dijo que los cuentos son para dormir?.
Esta mañana, en Fundación AFIM, nos hemos levantado con un cuento, porque no importa la edad que tengamos, una buena historia siempre puede ayudar a imaginar como podría llegar a ser la realidad.
De regalo, un cuento, con una idea, con una intención, ¿probamos?, porque no siempre las cosas son lo que parece, porque no siempre “lo de siempre” es la única manera de hacer… Atreverse, intentar, cambiar, adaptar…. suena bien ¿no?
“Por cuatro esquinitas de nada”, porque todos somos diferentes, pero todos cabemos… cuestión de actitud, imaginación y ganas…
Hoy, en vez de cerrar puertas … ¿qué tal si todos abrimos alguna??
¡Feliz día!
Ciertamente son más las cosas que nos unen que las que nos separan, nos unen grandezas y nos separan tonterías, llevaré siempre mi serrucho para abrir puertas
Tienes razón Luis, hasta que funcionen «las llaves», llevaremos el serrucho por si acaso 😉
¡ME ENCANTA! yo también soy un cuadradito
Te entendemos porque nosotros somos triangulitos 😉
Preciosa lección la del vídeo, todos somos un poco cuadraditos y un poco redonditos, pero lo que somos de verdad es personas que queremos vivir en un mundo unido por la diversidad y aprender de nuestras diferencias
Esa es la idea, Cristina… la diferencia enriquece!!!