Todos los martes a las 10:00 el grupo de Formación para la vida acude a su taller de educación afectivo-sexual.

Se trabajan muchos temas, se habla mucho, se debate y se contestan preguntas.

Durante varios días, hemos trabajado y aprendido sobre el embarazo ¡cómo nos ha gustado ese tema!, pero también ¡cuántas dudas y preguntas!.

Entre todas las preguntas del buzón, el grupo ha decidido que una les inquietaba especialmente:

¿por qué nacen niños con discapacidad?.

Bueno, pues claro que lo hemos hablado, hemos visto causas, cada uno ha preguntado y preguntado hasta que, al menos de momento, se acabaron las dudas.

Sin embargo, como siempre, no nos quedamos ahí, porque queríamos hablar también de capacidades,  y para ello, hemos planteado una sencilla dinámica que ha sido todo un éxito.

Para empezar, Mila, nos ha repartido plastilina, sí, plastilina pero….

Sí, claro, nos pareció un poco injusto.

A unos les dio mucha cantidad, a otros poca, o un solo color, o varios….

Pero, nos dijo que teníamos que hacer algo con nuestra plastilina, a si que nos pusimos a trabajar en ello

¿Qué pasó?

Pues que algunos, a pesar de tener mucha plastilina, no supieron (o no quisieron) usarla toda, otros con muy poquita fueron capaces de crear algo muy bonito

Reflexión de grupo y conclusión a la que llegamos:

A veces la vida no nos da muchísimas capacidades, y no las sabemos (o no las queremos) usar, otras veces, no nos da todas las capacidades que quisiéramos, pero aún así podemos hacer muchas cosas y muy buenas…

Alguien se dio cuenta, y decidió usar toda su plastilina después de la reflexión

P.D.  En la reflexión, también nos dimos cuenta de que a nadie se le ocurrió pedir ayuda, o un trozo de plastilina…

Y sí, pedir ayuda y compartir nos enriquece a todos.